Lección 7A



El  mensaje de los profetas 1 Castigo




En esta lección estudiaremos la última sección del antiguo estamento, es decir, los libros de profecía.
Los 17 libros de profecía en el antiguo testamento, usualmente se dividen en los libros de los 4 profetas mayores (junto con lamentaciones, escrito por Jeremías) y 12 de los profetas menores. 



Profetas mayores                                    Profetas menores
Jeremías                                          Oseas          Nahúm
(lamentaciones)                                Joel             Habacuc
Ezequiel                                           Amós           Sofonías
Daniel                                              Abdías         Hageo
                                                       Jonás          Zacarías
                                                       Miqueas      Malaquías

Como notó arriba, Lamentaciones fue escrito probablemente por Jeremías y por lo tanto, está incluido entre los cinco libros de los profetas mayores, siguiendo a Jeremías en la biblia. Expresa la angustia del corazón de Jeremías al contemplar su amada ciudad de Jerusalén destruida por el ejército de Babilonia. Clama a Dios que tenga misericordia de su pueblo.
El significado de “profetas mayores” es que sus libros son más largos que aquellos de los profetas menores.
Dios envió a estos profetas principalmente a su pueblo, es decir, Israel y Judá. Recordará que después de la muerte de Salomón, la nación se dividió en dos; Judá e Israel.

Profetas que fueron a Israel:                 Amós, Oseas.

Profetas que fueron a Judá           Isaías, Jeremías, Joel, Miqueas, Habacuc, Sofonías.

Profetas que fueron a otras naciones    Jonás, Nahúm, Abdías.
Más tarde, cuando Judá fue al exilio, Dios continuó enviando profetas a su pueblo, como lo hizo después del retorno del exilio a su país.

Profetas durante el exilio:            Ezequiel, Daniel.

Profetas después del exilio:                   Hageo, Zacarías, Malaquías.

Por dondequiera que fueran esos profetas, no tuvieron miedo de proclamar el mensaje del Señor. Por esta razón tuvieron que sufrir la burla de la gente, la oposición de los sacerdotes y el castigo de los reyes. Pero aún así, los profetas no cambiaron su mensaje y permanecieron fieles a Dios.

El mensaje  de los profetas hasta cierto punto dependía de la situación de los oyentes. Pero en términos generales, su mensaje consistía en dos temas importantes: Castigo y salvación.

El mensaje de castigo y Salvación

Mayormente, los libros proféticos avisan castigo  y salvación. Por ejemplo, en el libro de Isaías, los capítulos 1 al 39 tratan de castigo, y los capítulos 40 al 66 tratan de salvación. En Jeremías, casi todo el libro advierte de castigo, menos el mensaje de salvación en los capítulos 29 al 33. En Ezequiel, los primeros 32 capítulos hablan de castigo y los últimos 16 de salvación. Encontrará una norma similar con los demás profetas.

En esta lección analizaremos el mensaje de castigo, y en la lección 7B, el mensaje de salvación.

El pueblo de Israel y Judá merecía castigo; Amós 5:11-12 Por tanto, puesto que vejáis al pobre y recibís de él carga de trigo, edificasteis casas de piedra labrada, mas no las habitaréis; plantasteis hermosas viñas, mas no beberéis el vino de ellas.
 
Porque yo sé de vuestras muchas rebeliones, y de vuestros grandes pecados; sé que afligís al justo, y recibís cohecho, y en los tribunales hacéis perder su causa a los pobres”

De modo que Dios se enojó con el pueblo porque pisotearon a los pobres, los oprimieron, tomaron cohecho y los privaron de justicia. Amós 8:5-6 describe como los comerciantes defraudaron usando balanzas deshonestas, aumentando el precio y adulterando el trigo. 
Algunos piensan que Dios no se fija cuando los pobres son oprimidos. Pero en Amós 5:12 el Señor dice: “yo sé de vuestras muchas rebeliones, y de vuestros grandes pecados”. En verdad, Él se fija cuando los pobres son oprimidos, tanto ahora como en los tiempos bíblicos; y nos advierte del castigo que acarrea.

Los pueblos de Judá e Israel cayeron continuamente en el pecado de idolatría. Vivían al lado de otras naciones y comenzaron a adorar a sus dioses. En Jeremías 7:6 podemos ver que son mencionados estos dos pecados: opresión a los pobres y adoración a otros dioses.

Como cristianos decimos que adoramos a un solo Dios. Pero en el mundo de hoy vivimos al lado de personas de otras religiones y fácilmente podemos ser influenciados por otros dioses, por ejemplo:

-      -Meterse en el ocultismo
-      -Llevar un amuleto
-      -Horóscopos
-      -Amontonar grandes riquezas para uno mismo
-      -Involucrarse en el movimiento de la nueva era


La opresión a los pobres y adoración a otros dioses son los pecados más mencionados en los libros proféticos. Vez tras vez, Dios advirtió al pueblo de lo que sucedería si no dejaban sus pecados “vinieron los días de castigo, vinieron los días de retribución” dice Oseas 9:7

Muchas veces Dios trató de llamar al pueblo: “Vuelve oh Israel, a Jehová tu Dios” (Oseas 14:1). Pero el pueblo no escuchó, y al final Dios llevó a cabo su castigo. El ejército de Asiria destruyó a Israel en 721 a.C. y el ejército de babilonia capturó a Judá el 586 a.C. Israel desapareció y Judá fue llevada al exilio.

Habacuc 1:6-11 predijo la venida del ejército de Babilonia y describe una escena terrible. Lea estos versículos (los “caldeos”  en el v.6 son los babilonios)

De modo que Dios usó a los Babilonios para castigar al pueblo de Judá, pero, tal como predijo Habacuc, con el tiempo, Dios castigaría a los babilonios también.
 
Pero, aparte del castigo, el señor también prometió restaurar a su pueblo y salvarlos de sus enemigos. De manera que, todos los profetas hablaron de salvación además de castigo.