El
mensaje de los profetas 1 Castigo
En esta
lección estudiaremos la última sección del antiguo estamento, es decir, los
libros de profecía.
Los 17 libros de profecía en el antiguo testamento, usualmente se dividen en los libros de los 4 profetas mayores (junto con lamentaciones, escrito por Jeremías) y 12 de los profetas menores.
Los 17 libros de profecía en el antiguo testamento, usualmente se dividen en los libros de los 4 profetas mayores (junto con lamentaciones, escrito por Jeremías) y 12 de los profetas menores.
Profetas mayores Profetas menores
Jeremías Oseas Nahúm
(lamentaciones) Joel Habacuc
Ezequiel Amós Sofonías
Daniel Abdías Hageo
Jonás Zacarías
Miqueas Malaquías
(lamentaciones) Joel Habacuc
Ezequiel Amós Sofonías
Daniel Abdías Hageo
Jonás Zacarías
Miqueas Malaquías
Como notó
arriba, Lamentaciones fue escrito probablemente por Jeremías y por lo tanto,
está incluido entre los cinco libros de los profetas mayores, siguiendo a
Jeremías en la biblia. Expresa la angustia del corazón de Jeremías al
contemplar su amada ciudad de Jerusalén destruida por el ejército de Babilonia.
Clama a Dios que tenga misericordia de su pueblo.
El
significado de “profetas mayores” es que sus libros son más largos que aquellos
de los profetas menores.
Dios envió
a estos profetas principalmente a su pueblo, es decir, Israel y Judá. Recordará
que después de la muerte de Salomón, la nación se dividió en dos; Judá e
Israel.
Profetas que fueron a Israel: Amós,
Oseas.
Profetas que fueron a Judá Isaías,
Jeremías, Joel, Miqueas, Habacuc, Sofonías.
Profetas que fueron a otras naciones Jonás,
Nahúm, Abdías.
Más tarde,
cuando Judá fue al exilio, Dios continuó enviando profetas a su pueblo, como lo
hizo después del retorno del exilio a su país.
Profetas durante el exilio: Ezequiel, Daniel.
Profetas después del exilio: Hageo,
Zacarías, Malaquías.
Por
dondequiera que fueran esos profetas, no tuvieron miedo de proclamar el mensaje
del Señor. Por esta razón tuvieron que sufrir la burla de la gente, la
oposición de los sacerdotes y el castigo de los reyes. Pero aún así, los
profetas no cambiaron su mensaje y permanecieron fieles a Dios.
El
mensaje de los profetas hasta cierto
punto dependía de la situación de los oyentes. Pero en términos generales, su
mensaje consistía en dos temas importantes: Castigo y salvación.
El mensaje de castigo y Salvación
Mayormente,
los libros proféticos avisan castigo y
salvación. Por ejemplo, en el libro de Isaías, los capítulos 1 al 39 tratan de
castigo, y los capítulos 40 al 66 tratan de salvación. En Jeremías, casi todo
el libro advierte de castigo, menos el mensaje de salvación en los capítulos 29
al 33. En Ezequiel, los primeros 32 capítulos hablan de castigo y los últimos
16 de salvación. Encontrará una norma similar con los demás profetas.
En esta
lección analizaremos el mensaje de castigo, y en la lección 7B, el mensaje de
salvación.
El pueblo
de Israel y Judá merecía castigo; Amós 5:11-12 “Por
tanto, puesto que vejáis al pobre y recibís de él carga de trigo, edificasteis
casas de piedra labrada, mas no las habitaréis; plantasteis hermosas viñas, mas
no beberéis el vino de ellas.
Porque yo sé de vuestras muchas rebeliones, y de vuestros grandes pecados; sé
que afligís al justo, y recibís cohecho, y en los tribunales hacéis perder su
causa a los pobres”
De modo que Dios se enojó con el pueblo porque
pisotearon a los pobres, los oprimieron, tomaron cohecho y los privaron de
justicia. Amós 8:5-6 describe como los comerciantes defraudaron usando balanzas
deshonestas, aumentando el precio y adulterando el trigo.
Algunos piensan que Dios no se fija cuando los pobres
son oprimidos. Pero en Amós 5:12 el Señor dice: “yo sé de vuestras muchas rebeliones,
y de vuestros grandes pecados”. En verdad, Él se fija cuando los pobres son
oprimidos, tanto ahora como en los tiempos bíblicos; y nos advierte del castigo
que acarrea.
Los pueblos de Judá e Israel cayeron continuamente en el pecado de
idolatría. Vivían al lado de otras naciones y comenzaron a adorar a sus dioses.
En Jeremías 7:6 podemos ver que son mencionados estos dos pecados: opresión a
los pobres y adoración a otros dioses.
Como
cristianos decimos que adoramos a un solo Dios. Pero en el mundo de hoy vivimos
al lado de personas de otras religiones y fácilmente podemos ser influenciados
por otros dioses, por ejemplo:
- -Meterse en el ocultismo
- -Llevar un amuleto
- -Horóscopos
- -Amontonar grandes riquezas para uno
mismo
- -Involucrarse en el movimiento de la
nueva era
La opresión
a los pobres y adoración a otros dioses son los pecados más mencionados en los
libros proféticos. Vez tras vez, Dios advirtió al pueblo de lo que sucedería si
no dejaban sus pecados “vinieron los días
de castigo, vinieron los días de retribución” dice Oseas 9:7
Muchas
veces Dios trató de llamar al pueblo: “Vuelve
oh Israel, a Jehová tu Dios” (Oseas 14:1). Pero el pueblo no escuchó, y al
final Dios llevó a cabo su castigo. El ejército de Asiria destruyó a Israel en
721 a.C. y el ejército de babilonia capturó a Judá el 586 a.C. Israel
desapareció y Judá fue llevada al exilio.
Habacuc
1:6-11 predijo la venida del ejército de Babilonia y describe una escena
terrible. Lea estos versículos (los “caldeos” en el v.6 son los babilonios)
De modo que
Dios usó a los Babilonios para castigar al pueblo de Judá, pero, tal como
predijo Habacuc, con el tiempo, Dios castigaría a los babilonios también.
Pero, aparte del castigo, el señor también prometió restaurar a su pueblo y
salvarlos de sus enemigos. De manera que, todos los profetas hablaron de
salvación además de castigo.
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