El fruto

El fruto no es el resultado de ser "buena gente", tampoco de nuestra herencia genética, ni de hacer obras de caridad; es el producto de ser parte de la Vid - como pámpano- y de tener permanencia y comunicación con ella; 
El fruto del Espíritu (Gálatas 5:22,23) se manifestará espontáneamente, aun sin darnos cuenta, sin cálculos, reglas o definiciones racionalistas, él surge del corazón como el arroyo de la montaña o el aroma de la flor; no necesita ciertas practicas o ejercicios "Religiosos" para manifestarse; si Dios se hubiera tomado todas esas "precauciones" no hubiera enviado a Su Hijo, ni a su Espíritu Santo. Cristo es fruto del amor del Padre para ti y para mi, debemos ser…"como árbol plantado junto a corrientes de aguas. Que da su fruto en su tiempo y su hoja no cae…" (Salmo 1:3)