"TE AMARÉ POR SIEMPRE"


LA PROMESA DE DIOS EN LA CRUZ


Porque Dios amó tanto al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que quien crea en él no perezca
sino que tenga vida eterna.
Juan 3.16
Por nuestro bien él hizo pecado al que no conoció pecado, para que en él pudiéramos llegar a ser justicia de Dios.
2 Corintios 5.21
Pero Dios demostró su amor por nosotros en esto: Mientras todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.
Romanos 5.8
Esto es amor: no que nosotros amáramos a Dios,
sino que él nos amó a nosotros y mandó a su Hijo como
sacrificio expiatorio por nuestros pecados.
1 Juan 4.10

¿Puede un Dios santo pasar por alto nuestras faltas?
¿Puede un Dios amable castigar nuestras faltas?
Desde nuestra perspectiva, hay solo dos soluciones igualmente inapelables. Pero desde su perspectiva, hay una tercera. Esta se llama «la Cruz de Cristo».


¿No te alegra que los siguientes versículos no digan:
«Porque de tal manera amó Dios a los ricos…»?
O, «Porque de tal manera amó Dios a los famosos…»?
O, «Porque de tal manera amó Dios a los delgados…»?
Pero no dice así. Ni tampoco dice: «Porque de tal manera amó a los europeos o a los africanos…» «el sobrio o el triunfador…» «el joven o el viejo…»
No, cuando leemos Juan 3.16 , sencilla y felizmente leemos, «Porque de tal manera amó Dios al mundo».
¿Cuán ancho es el amor de Dios? Suficientemente ancho como para cubrir todo el mundo. ¿Estás tú incluido en el mundo? Si lo estás, entonces estás incluido en el amor de Dios.