Razones para alegrarse

Alégrense siempre en el Señor. Insisto:¡Alégrense!
Filipenses 4:4, NVI

“¿Cómo estás?”, nos pregunta alguien. Y nosotros, que hemos resucitado de la muerte, decimos:”Bueno, la verdad es que las cosas podrían ir mejor”. O “no encontré estacionamiento”. O “no e podido terminar algo que comencé”.
¿Estamos tan enfocados en lo que no tenemos que no podemos ver lo que tenemos?

Tenemos un pasaje al cielo que ningún ladrón puede robar, un hogar eterno que no puede romper ningún matrimonio en conflicto.
Todos nuestros pecados han sido arrojados al mar.
Todos nuestros errores han sido clavados en la cruz.
Fuimos comprados con sangre y hechos en el cielo.

Un hijo de Dios con salvación eterna.

Entonces, seamos agradecidos y alegrémonos, pues ¿acaso no es cierto que lo que no tenemos es mucho menos que lo que tenemos?