LA ORACIÓN DE LOS PADRES PUEDE MUCHO



Jesús presta atención a la preocupación en el corazón de un padre o una madre.

Después de todo, nuestros hijos primero fueron sus hijos. “He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre” (Salmos 127.3). Antes que fueran nuestros, eran de Él. Y aún cuando son nuestros, todavía le pertenecen.
Tendemos a olvidar este hecho y consideramos a nuestros hijos como “nuestros”, como si tuviéramos la última palabra en cuanto a su salud y su bienestar. No la tenemos.
Toda la gente le pertenece a Dios, incluyendo los pequeñitos que se sientan a nuestra mesa. Sabios son los padres que en forma regular le dan los hijos a Dios.
Jesús dice muy poco en cuanto a la crianza de los hijos, no hace ningún comentario sobre dar nalgadas, o darle pecho a un niño, o las peleas entre hermanos, o la educación escolar. Pero sus acciones hablan muy alto en cuanto a la oración. Cada vez que un padre o madre ora, Cristo le responde.¿Cuál es su mensaje principal para los padres y las madres? Traigan a sus hijos a mí. Críenlos en un invernadero de oración.
Cuando los despidas por el día, hazlo con una bendición. Cuando les digas buenas noches, cúbrelos con oración. ¿Está teniendo problemas tu hija con la tarea de geografía? Ora con ella en cuanto a eso. Ora Pidiendo que tus hijos tengan un significado profundo de su lugar en este mundo y un lugar celestial en el próximo.
Padres, no podemos proteger a nuestros hijos de todas las amenazas de la vida. Pero sí podemos entregar con confianza nuestros hijos a Cristo.