La importancia y valor de ser madres

Las emociones en la vida del hombre y la mujer son realmente importantes y los afectos componen parte de las funciones más sublimes del alma. De esta manera, nos valoramos, generamos vínculos y nos relacionamos con cariño.
Desde pequeños comenzamos a relacionarnos con otros, y a conocer nuestras emociones a partir de la vinculación con los demás. Es así como un bebé, durante los primeros días de su vida, se apega instintivamente a la madre para extraer el cariño y la afectividad necesaria para desarrollarse emocionalmente sano. Los primeros sentimientos y emociones se aprenden en este vínculo materno. Es en esta relación donde se gesta al interior del alma la afectividad humana. La madre vuelca en el bebé toda su ternura, dedicación, cariño y amor; y el bebé, necesitado de todo, recibe los más puros afectos que le puede brindar la madre.
La relación madre-hijo es poderosa y vital, y de ella dependerá el éxito de muchos procesos en la vida del niño
El Señor nos ha dado la oportunidad de ser madres y cumplir con este propósito tan hermoso, si estas cansada, que cobre ánimo tu corazón pues nuestro padre celestial puede ayudarte en esta misión tan importante como la de ser madres.

El le fortalezca cada día y pueda llegar a ser la madre que Dios pensó para sus hijos.